Asegurando la consolidación del dominio portugués en la cuenca del río Guaporé debido a la aproximación de los españoles, desde 1743, su antecesor, João V (1706-1750), teniendo en vista la exploración de oro en la región, creó la capitanía de Mato Grosso, nombrando como su primer gobernador y capitán general, a Antônio Rolim de Moura Tavares.
Este fundó Vila Bela da Santíssima Trindade, en las márgenes del río Guaporé que pasó a ser la sede de la capitanía.
Paralelamente a la exploración de oro por portugueses y paulistas, los españoles procuraban el mismo objetivo, estableciendo misiones jesuitas a lo largo del Guaporé y sus afluentes, generándose una serie de conflictos.
A partir del final del siglo XVIII, consolidada la presencia portuguesa en la región, la fortaleza perdió a importancia estratégica.
[3] Por las inscripciones identificadas en las dependencias de la prisión, se confirma que el fuerte fue usado como presidio político en el siglo XIX.