A finales del siglo XX[3] este municipio desaparece porque se integra en Quintana Redonda, las cuatro localidades contaban entonces con 112 hogares y 336 habitantes.
[6] Tiene una interesante iglesia parroquial católica de estilo románico dedicada a la Virgen de la Asunción, con un espléndido ábside decorado con tres ventanales con arquivoltas y capiteles historiados.
Las colocaban allí los mozos que iban a casarse para ser vecinos de pleno derecho.
En el término había una cantera donde se tallaban estas piedras que abastecían a los molinos de muchos pueblos de los alrededores; esta tradición se ha perdido y también ha desaparecido el olmo que da nombre al pueblo, del centro de la plaza de la Constitución, refiriéndose a La Pepa cuya placa es anterior a la Guerra Civil.
Actualmente, los restos del viejo Olmo se encuentran en el camino "carra" el alto Cuesta Romero, a la intemperie y a merced de la degradación por los agentes externos.