Fruta en almíbar

La fruta en almíbar es un tipo de confitura[1]​ que se obtiene de trozos de fruta u hortaliza (pueden ser cuadritos, medios, cuartos, rodajas, julianas), que se cuecen con un jarabe o almíbar hasta que este espese.

En este proceso hay intercambio o desplazamiento de agua del medio hipotónico (donde hay menos cantidad de solutos) al medio hipertónico (donde hay más cantidad de solutos) la cual es reemplazada por solutos (sólidos solubles s.s) que se encuentran es el medio hipertónico, es decir, sale el agua contenida en la fruta y entra en ella los azúcares del jarabe o almíbar.

En algunos casos la sacarosa es reemplazada por piloncillo, lo cual le da un tono más oscuro y ocasionalmente pueden añadirse especias como clavo o canela.

En el caso de que el ingrediente a confitar presente una corteza firme y fibrosa, se puede utilizar cal para que la misma torne crujiente, este método se suele emplear mayormente en países como Colombia (donde se le llama calado) y en Venezuela y el Litoral argentino es muy común emplearlo con la papaya verde (en cuyo caso en este país se le conoce como dulce de lechosa y en la región mencionada como dulce de mamón).

Algunas de las frutas que cumplen estos requerimientos y por tanto más comunes, son: durazno, ciruela, cerezas, frutillas, pera e higos, si bien pueden encontrarse otros más exóticos como ananá, guayaba, papaya, leeches, etc.

Frutas en almíbar