Fue usado por el Luftstreitkräfte (Servicio Aéreo Imperial Alemán) durante la Primera Guerra Mundial en operaciones de bombardeo táctico y estratégico limitado.El anterior G.II allanó el camino para el mayor y más potente G.III, que entró en servicio a principios de 1917.[3] Los bombarderos de la serie G.III sirvieron principalmente en el Frente Occidental, donde fueron usados con gran efecto.[nota 2] El G.III fue apreciado en general por sus tripulaciones militares por su capacidad de carga, fiabilidad y robustez.[8] La serie del Friedrichshafen G.III fue encargada en grandes cantidades a Friedrichshafen (709 encargados), Daimler (75) y Hanseatische Flugzeug Werke (280), siendo la mayor parte de estos aviones entregados antes del final de la guerra.