También se realizaron en fresco seco la mayor parte de las pinturas del Antiguo Egipto.
Esta técnica se utilizó con mayor frecuencia durante el período románico de la historia del arte.
El tratado Silparatna de Kumaradeva (siglo VIII) describe detalladamente la tecnología del fresco seco.
El blanco, el amarillo, el rojo, el negro y el verde tierra se señalan en el texto como colores puros.
[1] Los pintores y decoradores especializados siguen utilizando esta técnica con gran efecto en el mundo del diseño de interiores, por ejemplo, el falso mármol.