Visitó Italia en 1608-9, pasando por Roma, y trabajando para el Cardenal Borromeo en Milán.
Su excelencia en este tipo de pintura suscitó la admiración de Rubens, quien frecuentemente le utilizó para pintar animales, fruta y bodegones en sus propios cuadros, y ayudó a Jacob Jordaens, Thomas Willeboirts Bosschaert y otros artistas de manera similar.
En las cazas del león y del jabalí que llevan el nombre de Snyders aparece a veces la mano de Rubens.
Una de ellas, una Caza del ciervo fue regalada al rey Felipe III de España, quien junto con su sucesor, Felipe IV, encargaron al artista que pintase varios temas de caza, que aún se conservan en España.
También trabajó para el archiduque Leopoldo Guillermo de Habsburgo, cuando se convirtió en gobernador.