[1] En sus juventud había sido político y publicó un documento sobre el sistema federal en Centro América, además, de sus Memorias para la Historia de Guatemala la cual contiene datos interesantes sobre su época.[4] El célebre reloj de la leyenda que relató el poeta José Batres Montúfar en sus obras fue una prenda histórica que en un momento perteneció al Arzobispo, quien le tenía en mucha estimación.Sucedió que una noche visitaban al Arzobispo unos cuantos caballeros y el reloj desapareció de la mesa á la vista de su dueño.Pero como el reloj marcaba las horas, el Arzobispo apagó la vela del cuarto en que recibía las visitas, advirtiendo que el reloj iba á sonar pronto, y que para salvar de una vergüenza al que se lo había sustraído los había puesto á oscuras, á fin de que, de este modo, pudiese restituirlo á su lugar el aficionado á cosas ajenas.Cuando encendió de nuevo la luz se halló el reloj otra vez sobre la mesa y no hubo bochorno para quien lo había tomado.