Tras la guerra, fue nombrado ministro de Marina por Franco en 1945.
Se formó como ingeniero, y en Bélgica, Francia e Italia se especializó en el arma submarina, donde llegó a ser reconocido como una autoridad a nivel europeo.
A la finalización de la guerra, y tras ser destinado como agregado militar en la Embajada de España en Roma, mandó el crucero Almirante Cervera y ascendió sucesivamente a contraalmirante, vicealmirante y almirante, ostentado el mando de la Flota.
Después fue nombrado capitán general del departamento marítimo de El Ferrol.
Fue uno de los treinta y cinco altos cargos del franquismo imputado por la Audiencia Nacional en el sumario instruido por Baltasar Garzón, por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra civil española y en los primeros años del régimen, y que no fue procesado al comprobarse su fallecimiento.