Isaac Peral (C-1)

Su cota máxima había sido calculada para 80 metros, pero en la citada prueba los superó.

En el verano de 1935 y en compañía de los otros cinco clase C, efectuó un viaje por diferentes puertos españoles, franceses, británicos e italianos, en los continentes europeo y africano.

Localizado el buque, tras ser registrado se comprobó que no llevaba el cargamento esperado, siendo confiscado y enviado a Málaga, donde haría de buque-prisión.

Continuó como comandante del C-1 el único que no había sido destituido, el Capitán de Corbeta Lara, aunque bajo las órdenes del que era su subordinado, el nuevo jefe de Flotilla, Teniente de Navío Ramírez, siendo desembarcados en Málaga y trasladados los oficiales arrestados al buque prisión Monte Toro por considerarlos afectos a la sublevación.

El 21 por la noche zarpa de escolta del destructor Alcalá Galiano que pretendía hundir dos buques mercantes en el acceso al puerto de Huelva para bloquearlo, no pudiendo realizarse la operación al ser sorprendidos por las fuerzas sublevadas.

El C-4 decidió también regresar junto al C-1 para auxiliarle en caso preciso.

En la noche del 8 al 9, estando el buque atracado en puerto, en un ataque aéreo de la aviación sublevada le alcanza una bomba a la altura del lastre n.º 4 de estribor, que abre una brecha en el casco resistente, hundiéndose el buque rápidamente.

El 15 de octubre fue reflotado y remolcado a los Astilleros Vulcano para ser reparado, entrando en dique seco.

Aunque tenían puestas a bordo cargas explosivas para destruirlo, nadie apretó el botón.

Fue hundido como blanco naval durante un ejercicio junto a la Isla de Tambo en 1951.