Integrado en el Movimiento Indaliano fundado por el pintor almeriense Jesús de Perceval en 1945, fue invitado a exponer en Madrid con el resto del grupo por Eugenio d'Ors, quien probablemente le impuso el sobrenombre artístico.
También en 1948 participó en el VI Salón del los Once, el dedicado a los indalianos (al que concurrió con Perceval, Miguel Cantón Checa o el grabador hispano-estadounidense Federico Castellón), y dos años más tarde, en 1951 en el VIII, junto con Rafael Zabaleta o José Caballero.
En 1950 marcha con una beca a Roma, para instalarse luego en Venezuela, donde residirá durante diez años.
En 1965 regresa a Almería, donde, además de continuar con su labor artística, construye y dirige el hotel Indálico.
Si bien adscrito al Movimiento Indaliano desde un principio, Capuleto será uno de sus integrantes más independientes y libres.