El Indalo es una figura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre que se encuentra en el Abrigo de Las Colmenas, Vélez-Blanco, aunque se suele atribuir su procedencia a la cercana cueva de los Letreros, situada en la falda del Maimón, también en el municipio español de Vélez-Blanco, en la provincia de Almería, España.
Representa a una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos, si bien su significado no ha sido aún esclarecido de forma definitiva existiendo también varias teorías que apuntan a cierta divinidad en el dibujo.
Por su parte, Perceval reivindicaba la postura vital, la cosmovisión de lo almeriense y la esencialidad de las culturas anteriores desde la antigüedad, en un renacer constante del clasicismo considerado como movimiento eterno que se renueva cíclicamente.
[4] El nombre prosperó y se aplicó definitivamente al dibujo que ahora conocemos.
A partir de los año 60 del siglo XX, empezó a utilizarse para nombre marcas y negocios, así como el símbolo integrando parte de las mismas.