En 1847, se le otorgó un Bachillerato en Derecho Canónico y fue ordenado como sacerdote en la ciudad hondureña de Comayagua.
En 1853, el presidente Juan Rafael Mora Porras nombró a Calvo capellán del Ejército costarricense.
En Perú, Calvo se inició como francmasón en 1862, en una logia del Callao, llegando a ascender hasta el grado de Maestro.
En 1864 regresó a Costa Rica, donde retomó sus estudios y se graduó de Doctor en Derecho Canónico en 1865.
El Padre Calvo llegó a tener gran influencia durante los gobiernos liberales de los Presidentes Tomás Guardia Gutiérrez y Próspero Fernández Oreamuno.
En 1882, aplicó la extremaunción al presidente Guardia y realizó varios ritos masónicos en su sepelio.
Varias obras de carácter histórico-científico y/o masónico se han escrito sobre este fascinante personaje del siglo XIX en Costa Rica.