[1] Tuvo igualmente las tenencias de Senegüé y Biescas, mientras que su hermano Sancho Aznárez tenía Perarrúa.
[7] Alquézar supuso un conflicto eclesiástico entre las sedes de Jaca y Roda, al encontrarse en la zona fronteriza entre ambas.
Influyente en la corte, García fue habitualmente el eclesiástico beneficiado de la expansión del reino pese a que esto generó conflictos entre el obispo y el rey.
[9] En 1086, García aprovechó esta derrota aragonesa para reconciliarse con su hermano y lograr el retorno de Alquézar a su diócesis.
[13] A su muerte, Pepino dejó varios hijos que fueron parte clave de la aristocracia del Somontano: