[1] Construir por primera vez su propio coche (tal como lo exige el reglamento de F1) fue la tarea más difícil para el equipo.
Este resultó ser el principal obstáculo para Guido Forti, ya que insistió en diseñar un automóvil fiable en lugar de uno rápido.
Brabham a su vez vendió el edificio y el túnel de viento en Chessington a Yamaha, instalaciones que Astauto alquiló para desarrollar el nuevo Fondmetal GR02, que fue diseñado y construido en junio de 1992, solo seis meses después de que Gabriele Rumi lo encargara.
El Fondmetal GR02 fue el sucesor natural del Brabham BT60, en concepto, ya que fue concebido por el mismo equipo de diseño.
En ese momento, Rinland vivía y trabajaba en California, donde desarrollaba un nuevo proyecto ChampCar.
[5] Rinland ayudó a los experimentados ingenieros italianos Giorgio Stirano[4] y Giacomo Caliri en el diseño del automóvil.