En primer lugar, son el símbolo heráldico de la familia del papa que encargó la fuente, Urbano VIII Barberini.
Fonti ad publicum urbis ornamentum Exstructo Singulorum usibus seorsim commoditate hac Consuluit Esta inscripción estuvo en el centro de una curiosa polémica.
En el texto original, la última fila rezaba «ANNO MDCXLIV PONT XXII», que en las intenciones de Bernini quizás pretendía ser una anticipación auspiciosa.
Esta circunstancia desencadenó la ironía del pueblo romano, que ya no tenía particular simpatía por la familia Barberini.
Para solucionar el problema, y con la intención de callar las voces, el cardenal Francesco Barberini, sobrino del papa, ordenó que se eliminara la última cifra de la inscripción (es decir, que del original XXII se quitara una I).