Plaza Barberini

Durante el siglo XIV, la plaza era conocida como “Piazza Grimana”, en honor a Domenico Grimani.[1]​ La plaza se emplaza en el área que ocupaba el Circo de Flora durante el Imperio romano.Se convirtió en un espacio urbano a partir del siglo XVI, junto con la apertura de la actual Vía Sistina.[2]​ En complemento a su belleza, se construyeron durante el siglo XVII dos fuentes barrocas, ambas alimentadas por el Acqua Felice.Una segunda fuente se encuentra entre la esquina de la plaza y la Via Venetto: la Fuente de las Abejas ("Fontana delle Api" en italiano), construida un año después por el mismo autor, también en honor a Urbano VIII Barberini.