Follaje (arquitectura)

El follaje es un elemento arquitectónico consistente en una especie de adorno[1]​ de ramas, hojas, frutos,[2]​ cogollos, hojas harpadas, sátiros y otros animales, estando relacionado con otros términos como son brutesco y grutesco.

[1]​ Estaría presente en el arte egipcio, etrusco, griego, gótico y renacentista,[2]​ entre otros.

Así se pueden ver:[3]​ En el siglo XII, los follajes aparecen ya variados pero todavía algo fantásticos mientras que en el siglo XIII los motivos de ornamentación formados de follajes se estudian del natural concienzudamente y se disponen con extraordinaria elegancia.

Los motivos empleados con mayor frecuencia en esta época son la hiedra, la viña, la encina, el fresal, el manzano, el castaño, la higuera, el perejil, la achicoria, las malvas rizadas, la hepática, el apio, la col, el acebo o el cardo, así como varias plantas acuáticas de perfil muy característico.

[3]​ En el siglo XVI, el acanto blanco y tradicional volvió a estar en boga.

Follaje en el arco del hospital de Santa Escolástica en Ávila (España)
Decoración románica en Francia