Los decretos que limitan a Santander y Boyacá resultan difusos en esta zona, sin embargo no ha sido posible definir los límites debido a que al ser una frontera departamental requiere de una intervención del Congreso de la República para su resolución.
Gascón que al igual que muchos otros conquistadores se había establecido en la ciudad, exigía al cacique Tisquizoque acudir periódicamente a pagarle tributo, sin embargo, no se mostraba contento con las sumas recibidas y le exigía constantemente mayor botín.
Gascón y sus acompañantes pasaron la noche sin sospecha, pero a la mañana siguiente fueron rodeados por un grupo de hasta 500 indígenas armados.
Las crónicas no describen claramente como de desarrollaron los combates subsecuentes, no está claro si Saboyá y Tisquizoque participaron en este primer encuentro, o si Galeano fue comarca por comarca doblegando a cada grupo, se narra únicamente que después de cada enfrentamiento y al verse los indígenas reducidos estos elegían escapar hacia las zonas más montañosas e inaccesibles.
Las leyendas locales narran que al encontrarse Tisquizoque y su pueblo acorralado resolvieron no entregarse al yugo español y entregar su vida a los dioses lanzándose de la majestuosa cascada de Tisquizoque, razón por la cual esta lleva su nombre.
[5] Los indígenas fueron primero confinados a encomiendas en su propio territorio y luego al ver su número reducido juntados en caseríos.
[5] una razón por la cual se presume no hay registros de la comunidad es que hayan sido juntados en una misma encomienda con otros pueblos, por ejemplo el pueblo de Cite en el actual Barbosa que fueron simpre pertenecientes a los mismos encomenderos y junto a los cuales aparecen relacionados en varios documentos.
En este periodo se establecen algunos asentamientos en la parte alta del actual municipio como Encenillo y La Venta.
Sin embargo la zona central donde se encuentra la cabecera municipal, permaneció por aquella época inhabitada e inexplorada.
A finales del siglo XIX hubo un considerable aumento en la población del municipio de Jesús María, por lo que muchos de sus habitantes optaron por buscar nuevas tierras especialmente hacia la zona oeste cuyo territorio era en su mayoría inexplorado.
en sus tiempos los pobladores cultivaban maíz, café, plátano y yuca cuyos excedentes llevaban a vender en el mercado de Jesús María.
[4] Acerca de los primeros colonos no se han encontrado datos precisos, lo que sí se puede afirmar es que esa primera migración ocurrió entre las décadas de los 60 y 80 del siglo XIX.
[5] Para los años 20 Florián ya se había erigido como una inspección dependiente de Jesús María.
Esto generó en varias ocasiones el descontento de algunos pobladores con sus "amos", que llevaron a desalojos forzados.
Entre 1942 y 1946 muere Belisario Téllez en extrañas circunstancias, al comerse un lulo silvestre mientras se dirigía a resolver un pleito judicial por ocupación ilegal de sus tierras.
Durante los siguientes dos años se presentaron varias disputas provocadas por ambos bandos que causaron un contado número de muertes.
Temiendo represalias, los pobladores huyeron durante la noche hacia veredas cercanas donde se refugiaron.
El incendio duró dos o tres días, cuando la llegada del Ejército hizo aplacar los ánimos de ambos bandos.
Sin embargo Florián quedó casi en ruinas: tan solo pocas casas de adobe se mantenían en pie.
Aún existen especies nativas maderables como el cedro, el nogal, el mopo y el roble.
Dada la variación y heterogeneidad del relieve del municipio, las temperaturas medias anuales oscilan entre los 14 °C a los 2.530 m s. n. m. y los 26 °C a los 530 m s. n. m. La temperatura media de la cabecera municipal es de 19.6 °C.
Se puede saborear el agua que emana de las rocas y cae sobre una olla hecha en piedra.
La cuenca del río Minero constituye un ecosistema productor hídrico ecológico determinado por la dinámica climática.