Filosofía del dinero

La libertad también surge porque el dinero permite un sistema económico de complejidad creciente en el que cualquier relación individual se vuelve menos importante y, por lo tanto, más impersonal.

Por ejemplo, cuando los estados vasallos atenienses tenían que contribuir con barcos y tropas, los vasallos estaban directamente involucrados en la política exterior y militar de Atenas, al menos en la medida en que los soldados reclutados no podían desplegarse eficazmente contra sus estados de origen.

Una vez que la contribución militar fue reemplazada por un tributo monetario, no se pudo imponer tal restricción a la política de Atenas.

Un ejemplo es el wergeld, el valor monetario que se debe pagar a una familia si uno de sus miembros muere.

Asimismo, los valores personales también se cuantifican por la práctica del matrimonio por compra y de la prostitución.

Sin embargo, la tendencia histórica ha sido hacia una mayor conciencia de las distinciones individuales, mientras que el dinero es intrínsecamente fungible.

Cuando estas prácticas sobreviven, la cantidad de dinero es tan grande que introduce un elemento afectivo en la transacción.

En este sentido, los Lores valoran la distinción en la medida en que incluso el ejercicio de la autoridad sobre otras personas sería visto como una degradación.

Por otro lado, a menudo hay claras ventajas en confiar en el intelecto en lugar de en las emociones.

La capacidad de adaptarse a un entorno cada vez más intelectual se ve reforzada por la educación, que es accesible para una mayoría, pero en sus niveles superiores para una minoría.

Del mismo modo, los productos ya no se adaptan al cliente específico y no reflejan su personalidad, las herramientas de producción están especializadas hasta el punto que el trabajador tiene poco margen de maniobra en la forma en que opera las máquinas, y la moda cambia tan rápidamente que nadie se adhiere a ellas personal o socialmente.

Este estado de cosas contrasta con las artes, que refleja la individualidad del autor.

[3]​ Sin embargo, la división del trabajo permite construir contenidos intelectuales y científicos que superan la capacidad de la mente individual.

Realmente depende de la humanidad si el dinero conducirá a un aumento del carácter distintivo y el refinamiento o no.