Para ello, con sus propios bienes se dedicaron a la "renovación cristiana de la sociedad" mediante el apostolado y la instrucción cristiana de las niñas y jóvenes, particularmente las más necesitadas.
[3] Los dos hermanos pronto conciben un proyecto más ambicioso: una fundación para la promoción cristiana y cultural de la mujer.
[5] Ya en 1857, los dos hermanos empiezan a acoger y educar jóvenes en la casa solariega de los Castanyer de Mataró, y el mismo año, el obispo Antonio Palau, en una visita, los alienta a continuar la tarea.
De estas actividades se encargaban algunas señoritas y las hermanas del Instituto.
En América Latina hacen apostolado misionero y pastoral diocesana.
La congregación se organiza en cinco delegaciones,[5] con 33 casas[2] y 17 colegios estamos en España, México, Cuba, República Dominicana, Colombia, Chile y Estados Unidos, Italia, India [5] En 2008 participamos en una misión intercongregacional en Sudán del Sur.