Por parte de Sesga, los vecinos emprenden una marcha en dirección a Mas del Olmo, portando un crucífero (cruz procesional), un estandarte y una bandera, que se guardan en la iglesia de la Inmaculada Concepción.
El camino tradicional que se seguía era por el molino de Los Cuchillos, atravesando Los Planos y la fuente del Berro.
Desde este momento la comitiva que viene de Sesga y la de Mas del Olmo se hacen una hasta la aldea, donde se halla la iglesia.
Aquí tiene lugar una celebración religiosa, con misa y procesión.
Se trata de una peregrinación, lo que implica desplazamiento físico y geográfico –de Sesga a Mas del Olmo-, y el hecho de que tenga lugar en Pentecostés (primavera) permite colegir que su origen pudo estar en una rogativa ante un hecho calamitoso que afectó a ambas comunidades, como una peste, sequía u otra circunstancia aciaga.