En ese mismo año los trabajos se iniciaron con fondos del Estanco del Tabaco, pero la construcción era muy lenta y fue paralizado en 1910, cuando se había avanzado 20 km de terraplenes y 8 de rieles.
Le dicen el Tren Macho porque hasta hace pocos años, debido a la diversos factores no tenía la debida atención técnica, así que popularmente se difundió la creativa leyenda del tren que “parte cuando quiere y llega cuando puede”.
Se llegó a construir algunos kilómetros adicionales, rumbo a Castrovirreyna y Ayacucho, no obstante, las dificultades técnicas y los continuos deslizamientos de tierras, condicionaron la cancelación de obras.
En 2009 el Ferrocarril Huancayo-Huancavelica, que era de trocha angosta, fue ensanchado a la trocha estándar, quedando plenamente integrado con el Ferrocarril Central del Perú y pasando a formar parte de éste.
Asimismo quedó conectada con Huancayo, Jauja, La Oroya, Cerro de Pasco y Lima por medio del Ferrocarril Central, lo que le permitirá contar con una poderosa herramienta para impulsar su producción agropecuaria, su comercio y su turismo.