La red ferroviaria uruguaya fue fundamental para la comercialización de Uruguay, y para las diversas comunicaciones del territorio junto con los países limítrofes, observando ya la decentralización de las capitales del negocio ferroviario.
[1] Los inicios del ferrocarril se remontan a 1866 cuando se crea la empresa Ferrocarril Central del Uruguay, una sociedad anónima de capitales nacionales a la cual el estado le otorga la concesión para explotar el servicio ferroviario.
Posteriormente mediante convenios se logra llegar a más capitales que permitan seguir extendiendo el tramo, sobre todo hacia los centros de producción agropecuaria.
La imposibilidad de que capitales nacionales inviertan en la empresa, hace que en 1878, la la empresa Ferrocarril Central sea adquirida por la Central Uruguay Railway Company significando la desnacionalizacion del ferrocarril.
Este hecho permitió que en 1913 las vías comunicaran a Uruguay con Brasil.