Tomás Carrascón de las Cortes y Medrano

[3]​ Su posterior biografía puede seguirse por los datos dispersos que proporcionó en algunas de sus obras.

Conventual agustino, pasó a estudiar Artes en el Real Monasterio de San Agustín de Burgos, donde se encontraba el célebre Cristo, uno de los objetos de sus aceradas críticas, al que se atribuían «infinitos milagros que los frailes daban a conocer a diario», según escribía en Miracles Unmasked, opúsculo publicado en Londres en 1625, para añadir que cuando él estuvo allí no pudo ver ninguno a pesar de haberse esforzado diligentemente.

[4]​ En el convento burgalés, ampliaba en el Carrascón, «comencé a dudar de la verdad dellos –los milagros–, y cuando me mudé de aquel momento, ya no dudava, antes tenía por cosa indubitada y cierta, como agora, que no el Crucifixo, sino los Frayles hazían, o por hablar más propiamente, fingían los milagros».

[6]​ Además publicó en 1623 Hispanus conversus, primero en latín y luego traducido al inglés como Texeda retextus (1623), Los milagros desenmascarados y Scrutamini Scripturas: an exhortation of a Spanish converted monk, collected out of the Spanish Authors themselves (Londres, 1624), con materiales en gran parte tomados de autores españoles que luego incorporaría al más célebre de sus libros, el conocido simplemente como el Carrascón.

[7]​ Muerto Jacobo I (1625), que le había hecho canónigo de Hereford, «con el rey murió mi esperanza» —de mayores ascensos—, según dirá en el Carrascón, y retirado a Hereford se dedicó a redactar la que quería fuese su magna obra, de la que el Carrascón, para cuya publicación hubo de marchar a Holanda, era solo una primera parte o anticipo.

Grabado calcográfico de portada del Carrascón , 1633. Leyenda bajo la carrasca o encina , empresa del autor: «No es comida para puercos / mi fruto, ca perlas son / y aunque parezco Carrasco / soy más pues soy Carrascón. / De las Cortes y Medrano / En Cintruénigo [...] por María Sánchez, Nodriza Año 1633 ».