Considerado un «Camisa vieja» falangista,[3] fue uno de los fundadores del partido en Navarra junto a su suegro Daniel Arraiza Goñi.
[a] Durante la Guerra civil luchó en el Ejército franquista con el grado de capitán.
Resultó herido en agosto de 1937 y posteriormente pasó a ocupar tareas políticas.
En contraste con la época de Gerardo Salvador Merino, bajo Fermín Sanz-Orrio los Sindicatos Verticales se consolidaron en su modelo paternalista y represor.
[11] A la vez que adoptaban una actuación mucho más conservadora y católica, abandonaron cualquier pretensión de intervenir en la política económica.
[22] En su etapa posterior fue nombrado embajador de España en Pakistán, Filipinas y China, siendo también miembro del Consejo Nacional del Movimiento y procurador en las Cortes franquistas, de las que llegó a ser vicepresidente.