En 1932, el decreto ley 636[14] repuso el feriado del 20 de septiembre, que se mantuvo vigente hasta 1944.
[15] En 1968, con motivo de la reforma al calendario litúrgico efectuada después del Concilio Vaticano II, la ley 16840[16] eliminó los feriados de San Pedro y San Pablo, Ascensión del Señor y Corpus Christi.
La Iglesia católica acordó con el gobierno de la época celebrarlos el domingo más cercano, conforme al indulto concedido por la Santa Sede para los países que así lo solicitaran.
En 1973, la Junta Militar derogó el feriado del 12 de octubre,[17] pero lo restableció al año siguiente.
En 1988, la ley 18700[22] estableció que los días de elecciones presidenciales y plebiscitos debían ser feriados.