Escribió un Breve contra la usura criticando especialmente a los acumuladores y revendedores de trigo; fue publicado en Lérida y dio motivo al fuero que se hizo después en las Cortes de Monzón.
En 1576 visitó la basílica de Nuestra Señora del Pilar por comisión pontificia y regia.
Durante su pontificado tuvo algunos pleitos con el Cabildo Catedral en defensa de la jurisdicción y derechos episcopales, llegándose a una concordia respecto a la provisión de dignidades y canonjías vacantes, acordando darles alternativamente una el obispo y otra el cabildo, debiendo intervenir ambos en la colación de las mismas, todo lo cual lo refrendó Sixto V en una bula emitida en 1585.
De él, dice el historiador López Novoa que conservó siempre el hábito y las costumbres de su Orden y en algunas ocasiones su caridad con los poblres le obligó a empeñar sus alhajas de plata para socorrerlos.
Philippus Urries, primus episcopus barbastrensis, aetatis LXXII ann obiit MDLXXXV junii”