Se doctoró en Teología en el Seminario de Toledo.
Con su propio dispendio y el de su tío se lograron satisfacer económicamente las demandas de la diócesis durante el periodo más agitado y, al volver del destierro, el pueblo los recibió con alborozo.
Participó en el Concilio Vaticano I como teólogo consultor y en Roma asistió y confortó a su tío en los últimos momentos de su vida en 1870.
La fundó allí el 27 de enero de 1873 junto con la fundadora y primera superiora general, la hoy Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, y redactó sus estatutos; ese mismo año estableció la casa madre, asilo y noviciado de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Valencia, con apoyo del arzobispo Mariano Barrio y otros.
Actualmente esta congregación cuenta con 210 casas que acogen a 26 000 Ancianos de ambos sexos, preferentemente pobres, (15.300 en España y 10.000 en los restantes países), en 17 Naciones y tres continentes.