Felipe de Albornoz
Albornoz ordenó detener a los 200 miembros de la embajada, cortarles el cabello lo que significó un tremendo agravio para ellos, y los hizo azotar.Cuando los indígenas se retiraron, juraron venganza y cumplieron con creces su juramento.Esto dio origen a la Segunda Guerra Calchaquí que se prolongó por años, con asesinatos, raptos, destrucciones, robo de ganado, y otros desmanes.Tan grave fue el alzamiento que llegó incluso a peligrar la existencia misma de la Gobernación del Tucumán.[3] En 1629 Albornoz escribió al rey informándole acerca de las rencillas y pleitos que dividían a los vecinos del Tucumán cuando había elecciones y el acaparamiento de los cargos concejiles.En otra carta del mismo año, el gobernador informó al rey sobre los habitantes de los valles calchaquíes y agregó que allí sería conveniente la fundación de una población para reducir a los naturales.Estas sublevaciones tuvieron su origen debido a los abusos de los encomenderos y del gobernador Albornoz con los indígenas.