Jerónimo Luis de Cabrera
El virrey sucesor, Francisco Álvarez de Toledo, lo nombró gobernador del Tucumán en 1571.Jerónimo Luis de Cabrera eligió la carrera de las armas y como militar llegó a América hispana como alférez de la Real Armada Española, acompañando a su medio hermano el general Pedro Cabrera y Figueroa, y quienes arribarían a Lima, la capital del gran Virreinato del Perú, en 1538.[4] Cuando en 1548 el capitán Francisco Hernández Girón se rebeló ante la Corona por no aceptar las Leyes Nuevas del emperador Carlos V —que hiciera cumplir su enviado, derrocado y decapitado virrey Blasco Núñez Vela desde 1544 hasta 1546— Cabrera fue a combatirlo[5] con setenta soldados.[11] No obstante ello, Cabrera optó por hacer dicha fundación más al sur.Cabrera decidió desobedecer expresamente el mandato virreinal y fundar una ciudad más al sur.El segundo, crear una provincia con salida a «La Mar del Nord» u océano Atlántico.Al ver el peligro que corrían los españoles, atacó a la tribu y los hizo disipar.Durante la polémica, Cabrera fue llamado a la ciudad de Córdoba por el inminente peligro de un ataque indígena, y por otra razón, que le sería nefasta.[16] Cabrera lo recibiría con todos los honores correspondientes y le entregaría el gobierno.Sin embargo, el gobernador Cabrera desobedeció tal orden y penetró más al sur fundando la ciudad de Córdoba.Existen dos versiones sobre su muerte: una, que Cabrera recibió el garrote junto a su propio lecho de enfermo, sin permitírsele recibir los sacramentos ni poder despedirse de su esposa e hijos.