Fascitis necrosante

[1]​[2]​ Los conocimientos y nociones sobre fascitis necrosante han ido variando durante la historia, desde su descubrimiento hasta la actualidad.

Durante el siglo XX fue llamada de varias maneras, entre ellas «erisipela necrosante» y «Gangrena estreptocócica aguda hemolítica».

El término fascitis necrosante engloba dos entidades bacteriológicas: La gangrena estreptocócica hemolítica se produce tras traumatismos leves, heridas punzantes o cirugía, especialmente en el contexto de diabetes y vasculopatía periférica, aunque la cirrosis y el tratamiento corticosteroideo también han sido factores predisponentes.

La fascitis necrosante puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en extremidades, especialmente en las piernas.

Otros lugares de predilección son la pared abdominal, las áreas perianal e inguinales y las heridas posquirúrgicas.

A menudo existe gas subcutáneo en la forma polimicrobiana de la fascitis necrosante, especialmente en pacientes con diabetes mellitus.