Los falmari (en quenya «elfos del mar») son un pueblo ficticio perteneciente al legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien y que aparece en sus novelas El Silmarillion y El libro de los cuentos perdidos 1.[6] No en vano tenían gran amistad con el maia Ossë —el espíritu que gobierna el mar— quien les enseñó las disciplinas de la navegación.A..[1] Así surge su primera organización social conocida que consistía en tres grandes grupos o tribus de estructura patriarcal: los noldor, los vanyar y los teleri.[10] Los que esperaron y buscaron a su rey desaparecido fueron los eglath («elfos abandonados») pues los demás les dejarían atrás.)[1] en una isla conducida por Ulmo a través del océano y serían los únicos teleri que lograron ver la luz de Aman.Como regalo de despedida les envió cisnes que remolcaran sus naves hasta Valinor.[7][12][13] Una vez en Eldamar los teleri se reencontraron con sus hermanos elfos vanyar y noldor que les pusieron el nombre falmari por su afición a tocar música junto al mar.[12][13] Pero los noldor decidieron abandonar Valinor contraviniendo la voluntad de los valar y pidieron a sus amigos los falmari los barcos.[6] Y también por esa razón ninguno de los falmari se unió al ejército —en el que se incluían los noldor— que los valar dispusieron para capturar a Morgoth durante la Guerra de la Cólera en la Primera Edad del Sol.Tan solo accedieron a enviar marineros que tripularan la flota para transportar las tropas, pero sin intervenir en la batalla.[3] Por eso su cultura está centrada en la fabricación de barcos y la marinería cuyos conocimientos adquirieron del propio Ossë:[7][17] La palabra proviene de la raíz quenya falma «ola crestada» y significa «elfos del mar».[5] Les llamaron así en Aman porque al amar la música y el mar gustaban de tocar canciones en las costas.[19] De manera que en El libro de los cuentos perdidos los solosimpi son los teleri —a menudo refiriéndose exclusivamente a los falmari, cuando el cuento acontece en Aman— y los teleri son los que posteriormente denominó vanyar.