El marco narrativo es el largo viaje hacia el oeste que emprende un marinero a Tol Eressëa, la isla solitaria donde habitan los elfos.
Aunque muchos nombres en el libro son idénticos o cercanos a los que aparecen en versiones posteriores, algunos de ellos no presentan ningún parecido con sus formas finales.
J. R. R. Tolkien modificaba los nombres frecuentemente, muchas veces con nuevas variantes (rechazadas a su vez) escritas en un manuscrito único.
Desconcertantemente, algunas veces los nombres utilizados para una cosa posteriormente eran usados para referirse a otra distinta, y el manuscrito original era abandonado.
The New York Times admiró la tenacidad de Christopher Tolkien, junto con el poder creativo de su padre, y admitía que «sin duda, los devotos a Tolkien se regocijarán, pero para los lectores no iniciados que no estén completamente familiarizado con las otras obras, los comentarios pueden ser un poco enigmáticos».