Alcanzar una nueva situación estable es un proceso que puede demorar varios años, o hasta decenios.
En el fondo puede existir transporte de sedimentos y también estar sujeto a erosiones durante grandes avenidas.
En estos últimos aunque el fondo puede erosionarse, las orillas son muy resistentes a la erosión y por lo tanto, los ríos formados por este material casi no presentan desplazamientos laterales.
En otras palabras, los ríos con estabilidad dinámica pueden variar el ancho de su sección en función del caudal líquido que escurre por ellos.
En otros tramos, en cambio, los máximos desplazamientos marginales ocurren a la entrada o salida de las curvas, con lo que estas se pueden desplazar, sin cambios notables en su radio de curvatura, aguas arriba o aguas abajo.
Este fenómeno de sedimentación garantiza que el ancho del cauce se conserve.
Si los desplazamientos laterales son lentos, es decir, que son graduales los procesos de erosión y sedimentación en una curva, no se aprecia ningún rasgo al tomar una fotografía aérea.
Entre las bandas puede aún haber agua superficial estancada, sobre todo durante los estiajes.
Cada vez que un meandro se corta, el río trata de recuperar la pendiente original y para ello tiende de inmediato a desarrollar nuevas curvas y meandros.
El fenómeno descrito puede ocurrir en tramos que abarcan varias decenas de meandros, pero también ocurre con frecuencia en tramos reducidos, donde 2 o 3 curvas se desplazan con mayor rapidez que las de aguas arriba y abajo.
Por qué solo ocurre en tramos acotados, aún no ha sido explicado.
La estabilidad morfológica cubre el concepto más amplio; esto es, en cualquier cauce natural, la pendiente
Cuando el río tiene un solo cauce conviene referirse a las estabilidades mencionadas en las tres secciones anteriores.
Las fórmulas fundamentales se refieren a: La gran mayoría de las fórmulas que los diversos investigadores han propuesto, hasta ahora, para analizar los problemas de la hidráulica fluvial son empíricas.
Por ese motivo las predicciones que se obtienen al utilizarlas difieren de la realidad, sobre todo si son aplicadas para situaciones diferentes a las que se tuvo cuando fueron obtenidas.
Estos autores propusieron dos fórmulas, una para régimen inferior, el que corresponde al flujo sobre rizos y dunas y otra para régimen superior, que corresponde a fondo plano o con antidunas.
son el peso específico del agua y de la partícula respectivamente, expresado en kg f/m³.
, del escurrimiento, puede obtenerse sin suponer ningún coeficiente de fricción.
Su fórmula establece que: donde: Agrupando los parámetros que permanecen constantes en el tramo de río en estudio, y teniendo en cuenta las ecuaciones {12} la ecuación {16} se puede escribir como
, se anula y queda la relación que establece la condición crítica de arrastre.
Así el numerador de la fórmula {39} sería igual a 8 o 9 respectivamente.
La fórmula de Shields se puede simplificar cuando el transporte es nulo o muy grande.
pueden, por otra parte obtenerse por medio de otros métodos existentes en la literatura especializada.
dado por la ecuación {44} varía entre límites estrechos, no así el coeficiente
Estas diferencias dependen sin duda de los datos que utiliza cada autor.
Este es un campo de la ciencia en que todavía queda mucho por estudiar y experimentar en el futuro.
; y aunque su solución es sencilla, presentan el inconveniente de no permitir visualizar claramente la forma como influye cada parámetro o variable independiente.
un valor inicial, el que debe ser calculado al conocer
Cuando el transporte de sedimentos debe ser calculado, es conveniente utilizar varias ecuaciones y evaluar los resultados.
Si el valor del transporte de sedimentos no permiten algunas simplificaciones que se indican más adelante, las ecuaciones generales de diseño resultantes son implícitas y para régimen inferior son: