Finalmente, fue descubierta por su affaire con Don Félix, que acabó dejándola por motivos de celos.
Por otro lado, teniendo en cuenta la enemistad entre Lope de Vega y Cervantes, resulta curioso que fuese elogiado por estos dos artistas.
Esta sería la razón por la cual Cervantes no elogiase a Liñán en su Viaje del Parnaso.
El ilustre investigador, Don Alejandro Martín, recopiló y documentó los hechos de su muerte.
Don Félix fue asesinado a traición en el terreno del Palacio Real de Madrid en 1622 y su crimen quedó impune.
Don Juan Pizarro, le enterró en la Santísima Trinidad, tal y como pidió el difunto delante de testigos.
[1] Desafortunadamente, de su obra literaria nos ha llegado muy poco, pero habría que destacar los dos únicos poemas encontrados hasta el momento: un soneto dirigido al rey Felipe II y un homenaje a Lope de Vega.
Aun así, Girón compara la poesía de Lope con Ludovico Ariosto, un gran poeta italiano que destacaba por sus sútiles descripciones de gran belleza sobre el amor y la felicidad,[6] entre otros temas.
Si bien es cierto que Don Félix Arias Girón destacó por su faceta más caballeresca y artística, también puede adjudicársele una de carácter social.
Muchos de sus colegas dedicaron espacios, en sus composiciones poéticas, a Félix para reflejar sus peculiaridades y sus aspectos más íntimos.
¿Consentirás tú, a dicha, participe del licor suavísimo un poeta que al hacer de sus versos sude y hipe?
Gracias a este recurso de expresión tan característico de la época, se han podido extraer datos del autor que hasta ahora se habían mantenido en la sombra.