El primer aislamiento de ácido desoxirribonucleico (ADN) estuvo hecho en 1869 por Friedrich Miescher.
La extracción orgánica implica la adición e incubación en múltiples soluciones químicas diferentes; incluyendo un paso de lisis, una extracción con fenol y cloroformo, una precipitación con etanol y pasos de lavado.
[3] La extracción orgánica se utiliza a menudo en los laboratorios porque es barata y produce grandes cantidades de ADN puro.
Aunque es fácil, implica muchos pasos y lleva más tiempo que otros métodos.
[4] Hace décadas se desarrollaron varios protocolos basados en la extracción orgánica del ADN, aunque en los últimos años también se han desarrollado y publicado versiones mejoradas y más prácticas de estos protocolos.
Los materiales celulares se unen a las perlas Chelex, mientras que el ADN está disponible en el sobrenadante.
Las sales caotrópicas interrumpen el enlace de hidrógeno entre las hebras y facilitan la unión del ADN al sílice haciendo que los ácidos nucleicos se vuelvan hidrofóbicos.
Este procedimiento puede automatizarse y tiene un alto rendimiento, aunque menor que el método del fenol-cloroformo.
Para el aislamiento del ADN de algunas muestras hay que elegir técnicas específicas.