Aunque se le había dado autorización para salir el día 5 de diciembre, su salida se retrasó hasta bien entrada la tarde debido a que su carga de carbón no llegó a tiempo.
Allí tomó contacto visual con el buque francés a ¾ de milla (unos 1350 metros aproximadamente).
En el otro barco implicado en el desastre, el Mont Blanc, el piloto Francis Mackei había preguntado por la posibilidad de aplicar protecciones especiales, dada la carga que transportaba, pero no recibió ono se implementó ninguna.
Conscientes del peligro y sin tener aparatos anti-incendios a bordo, el capitán ordenó abandonar el barco temiendo que explotase de inmediato.
Algunos fragmentos del buque siniestrado se encontraron a 5.6 km de distancia.