En la creencia religiosa, el exorcismo (en griego antiguo, ἐξορκισμός; romanización, exorkismos; literalmente ‘obligar mediante juramento, conjurar’)[1][2] es la práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza maligna, utilizando diversos métodos cuyo fin es expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad maligna (ver, como ejemplo, posesión demoníaca) quien somete y controla al poseído.Los exorcismos pertenecen a la gama de actos apotropaicos que han sido comunes desde la antigüedad.[7] Exorcistas también podían ser utilizados en procesos judiciales si los testigos se sentían amenazados por «hechizos».Es una práctica budista que consiste en recitar ciertos versos y escrituras del Canon Pali para alejar la desgracia o el peligro.Las familias limpian sus casas en este día, decoran las habitaciones y comen una sopa de fideos especial llamada «Guthuk» (༼དགུ་ཐུག་༽).El exorcista puede utilizar oraciones y material religioso, como fórmulas establecidas, gestos, símbolos, iconos, amuletos, etc.Los rituales dominantes suelen tener esto en cuenta, asegurándose de que no haya violencia hacia el poseído o poseída, solo que se les ate si hay potencial de violencia.[20] Las solicitudes y los rituales de exorcismos empezaron a decaer en los Estados Unidos en el siglo XVIII y ocurrieron raramente hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando el público vio un fuerte aumento debido a la atención que estaban recibiendo los exorcismos en los medios de comunicación.Un médico también es requerido por la ley canónica a estar presente durante todo el ritual del exorcismo.Y el uso de objetos que pueden repeler al espíritu inmundo, tales como crucifijos, agua bendita, reliquias... entre otros.Algunos religiosos exorcistas como el sacerdote Gabriele Amorth, y monseñor Carlos Alberto Mancuso; desaconsejan el nuevo ritual aprobado por el sumo pontífice en enero de 1999, aduciendo que el antiguo ritual tiene siglos de comprobada eficacia.Librerías París-Valencia, 2002: ISBN 84-8339-219-4 La Iglesia católica y otras comunidades cristianas en su postura oficial prohíbe expresamente hacer actos de güija, espiritismo, adivinación, hechicería, pues en algunos casos puede atraer al maligno y poseer a algunos de los participantes.[29] La Iglesia considera que la posesión demoníaca es el principal medio del diablo para esclavizar a la humanidad y rebelarse contra Dios.Los cristianos ortodoxos creen que tanto los objetos como los individuos pueden ser poseídos.Al igual que sus homólogos católicos, los sacerdotes ortodoxos aprenden a distinguir la posesión demoníaca de la enfermedad mental, concretamente observando si el sujeto reacciona negativamente ante reliquias o lugares sagrados.La primera vez se refiere a su experiencia durante la Primera Visión y escribió lo siguiente en su «Relato de la Primera Visión de 1831»:Me arrodillé y empecé a ofrecer los deseos de mi corazón a Dios, apenas lo había hecho, cuando inmediatamente se apoderó de mí un poder que me invadió por completo y tuvo una influencia tan asombrosa sobre mí que me ató la lengua para que no pudiera hablar.Una espesa oscuridad se cernió sobre mí y por un momento me pareció que estaba condenado a una repentina destrucción.Pero ejerciendo todas mis facultades para invocar a Dios para que me librara del poder de este enemigo que se había apoderado de mí, y en el preciso momento en que estaba dispuesto a hundirme en la desesperación y abandonarme a la destrucción, no a una ruina imaginaria, sino al poder de algún ser real del mundo invisible que tenía un poder tan maravilloso como nunca antes había sentido en ningún ser, justo en este momento de gran alarma vi una columna de luz exactamente sobre mi cabeza por encima del brillo del sol, que descendió gradualmente hasta caer sobre mí.Luego, con la ayuda de otras personas que creen en la curación por la fe, se esfuerzan por curarles sin utilizar medicamentos ni ninguna otra cosa.En ocasiones ni siquiera piden el consentimiento del enfermo -un niño o una persona que no puede responder conscientemente a ellos- y continúan el proceso.[49] Los medios básicos de exorcismo son el mantra (una pronunciación sagrada de ciertos fonemas o frases que suele estar relacionada con una deidad concreta) y el yajña (un sacrificio, ofrenda o ritual realizado ante un fuego sagrado).Se realizan de acuerdo con las tradiciones védicas así como el Tantra, las enseñanzas y prácticas esotéricas posteriores del hinduismo.Otro recurso para los exorcismos es el Garuda Purana, un vasto corpus de literatura centrado principalmente en Vishnu, que trata en gran medida temas relacionados con la muerte, la enfermedad, el bien contra el mal y la salud espiritual.[47] Términos para referirse a las prácticas de exorcismo en el islam incluyen los de ṭard (o dafʿ) al-shayṭān/al-yinn (expulsión del demonio/espíritu), ʿilāch (tratamiento), e ibrāʾ al-maṣrūʿ (curar al poseído), pero también se utiliza ruḳya (encantamiento)[51] para exorcizar diversos espíritus.Además se ha llevado al cine, en películas como El exorcista, que retrata un caso de posesión demoníaca en el siglo XX.
La estatua de San Felipe de Agira con el Evangelio en la mano izquierda, un símbolo de los exorcistas, en las celebraciones en mayo en
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