El Convento de San Jerónimo tiene una arquitectura que obedece al estilo barroco herreriano.
Ahí, en 1525 se empezó a erigir una iglesia cuya construcción fue terminada dos años después.
Sin embargo, como proyecto cultural, el gobierno del expresidente Luis Echeverría Álvarez lo expropió en 1971 y en 1975 hasta 1979 su sucesor presidencial, José López Portillo y Pacheco, inició las restauraciones declarándolo oficialmente patrimonio nacional (bajo la protección de las leyes del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH) y más tarde por la Unesco como patrimonio de la Humanidad.
Ha sido sede de numerosas conferencias, exposiciones y eventos culturales donde han participado José López Portillo y Pacheco, Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Alberto Ruy Sánchez, Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Schmidhuber de la Mora, René Drucker y artistas como Ariel Guzik, Alejandro Magallanes, Santa Sabina, Ensamble Galileo, entre otros.
Aunque no existía una regla explícita que excluyera a mestizos, mulatos, indígenas o negros, la excesiva cantidad de dote hacía que ninguna de las mencionadas castas pudiera tener acceso al convento.