Debido al gran número de generaciones requeridas para que la adaptación se produzca y pueda ser observada, los experimentos de evolución biológica típicamente se llevan a cabo con microorganismos tales como bacterias, levaduras o virus.
[1][2] Sin embargo, también se han realizado estudios con animales tales como zorros[3] y con roedores, que han demostrado que adaptaciones notables pueden igualmente ocurrir en tan solo de diez a veinte generaciones; experimentos con los guppies silvestres han observado igualmente adaptaciones dentro de números comparables de generaciones.
[9][10] La selección artificial es cualquier proceso por el cual los criadores eligen qué características desean en una especie animal o vegetal determinada, permitiendo la reproducción de individuos con las características deseadas y negándosela a los que no las tienen, lo cual da como resultado que tras sucesivas generaciones, las poblaciones sujetas a dicha presión vayan cambiando; estos procesos son evidencia a favor de la selección natural.
En el medio silvestre el "criador" sería la competencia por la supervivencia (relaciones cazador-presa, fenómenos climáticos, preservación de la especie, enfermedades, etc.).
Otras especies y subespecies animales que existen gracias a la selección artificial son Bos primigenius taurus, Felis silvestris catus, Carassius auratus, Equus ferus caballus, entre muchas otras.
Cabe decir que los primeros naturalistas que estudiaron el mecanismo de la selección natural (Charles Darwin, Alfred Wallace) mencionaron a la selección artificial como prueba de ésta.
Los estudios farmacológicos apuntan a alteraciones en la función de la dopamina y el sistema endocannabinoide.
En los estanques sin depredadores, los guppys machos desarrollaron coloraciones llamativas para atraer a las hembras, independientemente del tipo de grava.
El cambio más sorprendente fue que comenzaban a desarrollar en su tracto digestivo nuevas estructuras (compartimientos para la fermentación del tejido vegetal) comunes en animales herbívoros.
Los análisis genéticos confirmaron que estas lagartijas eran descendientes de las introducidas desde Pod Kopiste.
[24][25] Los organismos microscópicos, tanto bacterias, arqueobacterias, protistas e incluso virus, han sido en los que mejor se han visto los fenómenos evolutivos, esto gracias a la velocidad con que se reproducen muchos, y la relativa sencillez de sus genomas y fisiología.
El corto tiempo para que se produzcan nuevas generaciones convierte a los organismos microscópicos (principalmente bacterias) en excelentes candidatos para realizar experimentos evolutivos, y poder observar en pocos años grandes cambios genéticos (cosa que es más complicada con organismos macroscópicos, como animales).
[26] Las levaduras son hongos unicelulares, usados en la industria alimentaria para fermentación de cervezas, vinos, lácteos, panes y demás productos.