Lara Bonilla demostró que todo se trataba de un montaje para desviar la atención de la campaña moralizadora del gobierno contra los narcotraficantes.
Esto hizo que estos dos políticos fueran expulsados del Partido Liberal Colombiano.
[5] Fue detenido por primera vez en 1978, pero pudo escapar fingiendo estar enfermo.
[6] Después de su captura en Perú, buscó refugio allí y posteriormente saldría a dirigir su negocio en Medellín o San Andrés, ciudades donde tenía propiedades.
Para ese momento se encontraba con dificultad notoria para caminar y sin los usuales guardaespaldas que formaban su escolta personal.