Cuyas renuncias se debieron, en el caso de Jorge "Fino" Palacios, al procesamiento en la causa AMIA,[14] mientras que Chamorro se vio envuelto en la citada causa por las intervenciones telefónicas irregulares.
[20][21][22] Dirigió la División Operaciones Especiales Metropolitanas de la Policía Metropolitana, un grupo de asalto, donde se desempeñan doce militares, cuestionado por conflictos como los del Hospital Borda, el desalojo la sala Alberdi del teatro San Martín -donde dos periodistas fueron heridos con balas de plomo por la policía- y el Parque Centenario: en todos hubo desalojos violentos y uniformados bajo investigación.
[27] En 2016, a raíz del escándalo conocido como Michettigate, el fiscal Ariel Lijo solicitó indagar sobre un conjunto de fundaciones ligadas al PRO que están en la mira como posibles fuentes de financiamiento ilícito del partido.
[30] Incluso se avanzó sobre la extinta Creer y Crecer, que conducía el intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
Entre los hechos delictivos que más aumentaron están los considerados como otros hurtos agravados con uso de arma blanca tuvieron una escalada del 63,3 por ciento anual, pasaron de 818 a 1.336 en 2018- las estafas tuvieron un incremento del 55,4 por ciento, seguido por los secuestros extorsivos, con una suba histórica del 50 por ciento, los delitos contra la propiedad.
Los hurtos se acrecentaron un 29,6 por ciento, 15.292 episodios más; el robo tuvo un alza del 17,2 por ciento (de 74.157 a 86.935), y el robo agravado con arma de fuego un 38.
Según los audios filtrados indicaban una maniobra de cobro de coimas y blanqueo de dinero para utilizar presidiarios en trabajos privados[40] En los audios aparecía cuenta un negocio con Juan Bidone (fiscal bonaerense), Eugenio Burzaco y una empresa de personal temporario para poner presos a trabajar precarizados en empresas que reciben subsidios por lo que él fiscal cobraba una comisión y Burzaco un soborno.
D’Alessio cobraría mil pesos por cabeza y los compartía con Burzaco.