Su carácter distintivo como período en la historia del arte francés se relaciona con la regencia bajo la cual Luis XIII comenzó su reinado (1610–1643).
Su madre y regente, María de Médici, importó el manerismo desde Italia, su país natal, y la influencia del arte italiano se manifestó con fuerza durante varias décadas.
Se desarrollaron escuelas en torno a Caravaggio y Peter Paul Rubens.
De manera análoga, la arquitectura Luis XIII también estuvo influida por los estilos italianos.
A finales del siglo XIX y principios del XX, el estilo Luis XIII inspiró al estilo neo-Luis XIII.