Esteban II de Mérida

Pero hay que retroceder en el tiempo para ver la razón de este suceso: El rey visigodo Wamba erigió una sede episcopal en un pequeño pueblo donde supuestamente fue sepultado Pimenio, obispo de Assidonia, en un monasterio actualmente desaparecido en la villa de Aquis (probablemente Talavera de la Reina) y en el año 677 el rey estableció en su honor la diócesis de Aquis, dependiente de la silla pontificia de Mérida:[1]​ «Villulae Aquis in qua venerabile corpus Sanctissimi Pimeij confesor debito quiescit honore...», aunque algunos autores apuntan que esta sepultura podría haber sido la del abad dumiense del mismo nombre según cita Enrique Flórez o la de un santo del siglo II también llamado Pimenio.

El obispo Esteban II tenía poco carácter para oponerse al rey y aceptó este nombramiento aunque sabía que no era justo nombrar un obispo para pequeñas villas, donde nunca habían existido.

[3]​ También se sabe por estos hechos el año aproximado de su consagración como obispo pues fue sucesor directo del obispo «Festo» y como éste presidía la Iglesia de Mérida en los principios del reinado de Wamba, que no reinó más de ocho años, y que Esteban era obispo al final del citado reinado, se debe situar su comienzo de pontificado en el año 680 tal y como lo indica Enrique Flórez.

En el XII Concilio de Toledo del año 680 figura en el «Título IV» el nombre, dignidad y firma de Esteban II así como el suceso del «obispado aquense» dejando ese lugar como monasterio gobernado por su abad, pero tomaron nota para dar a «Cuniuldo» alguna sede que quedara vacante y así debió ser al figurar su nombre como uno de los obispos de Itálica.

Se desconoce la fecha o el año de su fallecimiento si bien fue anterior a 687 que ya tenía como sucesor de su sede a Zenón.