Por lo que "Dolavon" significa "curva" o "vuelta" del río, no "prado" en este caso.
Si bien el área productiva abarcaba hasta Estación Boca de Zanja, Dolavon era el último pueblo, casi donde acababa lo civilizado y poblado.
Dolavon fue la terminal oeste de la línea por casi diez años desde su inauguración en 1915.
[4] Para su construcción, se debió construir el túnel de Gaiman.
La duración del tiempo para unirse con Gaiman era de 40 minutos.
[6] Un segundo informe del año 1928 mostró al ferrocarril completamente dividido en dos líneas.
Desde Madryn partía la línea «Central del Chubut» con destino a Dolavon, previo paso por las intermedias.
En tanto, el tren tardaba en unir Dolavon con Desvío km 95 18 minutos y con Trelew media hora en su viaje más rápido.
Este viaje contenía una sub línea que tenía a Gaiman como destino final.
Aunque el tren no arribaba a dicha colonia, lo hacía en combinación con buses.
Un tercer informe de 1930 expuso unificadas las dos líneas anteriores y puso a Madryn como cabecera.
En cuanto a km 114, solo fue mencionado por este itinerario por primera y única vez.
Gracias a ello Dolavon se cubrió el tramo con Gaiman en 20 minutos.
Por otro lado, la línea Madryn-Dolavon fue ejecutada de 8 a 12:50 los lunes con trenes mixtos.
Sin embargo, Trelew terminó reemplazando a Madryn como eje en los demás días.
El viaje partía siempre en trenes mixtos de cargas y pasajeros.
En tanto, el servicio al valle del Chubut partía de Madryn 7:30 los días lunes y sábado.
El itinerario difirió principalmente en lo relacionado con varios puntos como estaciones y apeaderos que fueron colocados con otros nombres.
[14] La carga se centró principalmente en Dolavon en torno al despacho pasto (familia Blanco y Hughes) papas, semillas de alfalfa, garbanzo, carne (familias Mac Karthy y Hompanera) leche (familia de Cynlas Davies), manteca, queso y verduras que compraba Bonavía a los chacareros para luego despacharlo.
En cuanto a la hacienda, se recibía y despachaba con previo arreglo únicamente.
El edificio de la estación ha sido restaurado y en el mismo se ha instalado un mini museo ferroviario, donde se muestra la importancia que tuvo el ferrocarril durante las primeras décadas del poblamiento europeo en la Patagonia.