Pero sin duda, su característica más importante era el grandioso trabajo y calidades de los materiales con los que se fabricaban las empuñaduras.
La funda está fabricada con cordobán al que se le han añadido esmalte, plata, seda y oro.
[1] Llegó a manos castellanas tras su derrota y posterior encarcelamiento tras la batalla de Lucena en 1483.
No obstante, la I marquesa de Viana donará las piezas a la Corona.
Actualmente se conserva en el Museo del Ejército de Toledo.