Cuando los españoles se establecieron en Nueva España traían consigo algunos trabajadores en calidad de esclavos.Además, al igual que obispos de otras órdenes, se opusieron al trato injusto e ilegal ante la audiencia del rey español y en la Comisión Real posteriormente.Preveían que por ser la tierra que iban a conquistar larga y de mucha gente, algunos caciques no querrían venir al conocimiento de la fe católica ni a la servidumbre del rey y darían guerra, en cuyo caso pedían que sojuzgados por la fuerza, se pudiesen dar y repartir esclavos "como se acostumbra a hacer en tierra de infieles pues es cosa muy justa"[4] Los colonos españoles adquirían esclavos indígenas en Nueva España, de la misma manera que lo hacían en las Antillas.En el segundo, se prolongaba la servidumbre antigua, sustituyendo sus rasgos por los del derecho europeo.Los esclavos podían ser objeto de comercio en el régimen español y para salvaguardar la propiedad del amo, eran herrados en el rostro o en el cuerpo.Legalmente y en la práctica su condición era más desventajosa que la de los indígenas libres.Posteriormente en 1542 las Leyes Nuevas del Imperio español prohibieron definitivamente la esclavitud de los pueblos indígenas y se aplicaron de manera férrea en todos los territorios incluyendo lo que hoy es México.En América, fueron empleados como mano de obra en las importantes explotaciones mineras novohispanas.Al aumentar el número de huidos surgieron pequeñas poblaciones que serán conocidas como palenques.