Eryngium carlinae

Es una especie común en México hasta los 3.900 m s. n. m. Se distribuye en los estados de la Sierra Madre Occidental, del Bajío, Tlaxcala y Puebla.

[1]​ Es una planta espinosa sin tallo aparente, y cuando raramente está, es inclinado a erecto, uno o varios, sencillos o con ramificaciones casi horizontales; puede crecer de 1- 5 dm de altura, no obstante, sus raíces son muy largas y pueden llegar a medir unos 5 m. Sus hojas basales en una roseta densa, peciolos alados, base envainada; lámina oblanceolada, 3-10 cm de largo y 0,5–2 cm de ancho, ápice obtuso, márgenes pilosos tiesos (setoso) a espinuloso-aserrado, o algo más profundamente partido (pinnatífido), base atenuada, nervación pinnada reticulada; las hojas en el tallo son semejantes a las basales, las superiores se presentan opuestas y sin peciolo (sésiles), a veces profundamente partidas.

La inflorescencia compuesta de cabezuelas ovoides, 5–10 mm de largo y 5–7 mm de diámetro, azules, violetas, blancas, crecen sobre pedúnculos; en el ápice del pedúnculo hay 8-12 brácteas (involucro) extendidas, ovadas a oblanceoladas o linear-lanceoladas, ápice agudo, márgenes enteros, espinoso-aserrados cerca del ápice, haz blanquecino a amarillento y envés verde; cabezuelas con numerosas flores sésiles acompañadas por una sola bractéola en su base (el involucelo).

Eryngium carlinae fue descrita en 1808 por François Delaroche en Eryngiorum nec non Generis Novi Alepideae Historia 53–54, t.

[3]​[4]​ carlinae: epíteto que se refiere a Carlina L. (Asteraceae), por el parecido con las plantas de este género.

Detalle
En su hábitat