El precedente para la presencia de ermitas en los Jardines del Retiro fueron quizás la huerta y del parque del palacio ducal de Lerma, donde había cinco ermitas, o en las que rodeaban el monasterio de Monserrat, donde había trece y que visitó Felipe IV.
Estaba localizada al sur del jardín Ochavado y está referenciada en el plano de Texeira con el número 82.
Era de planta cuadrada y con cubierta a cuatro aguas, con una arquitectura sencilla.
Más tarde, se transformó en un espacio lúdico y de ocio probablemente por su cercanía a palacio.
Referenciada con el número 84, según el plano de Teixeira, estaba ubicada entre la fuente Ochavada y el estanque grande.
Contaba con la peculiaridad de que en su parte posterior, había una sala de burlas, donde mediante conductos ocultos se mojaba a los espectadores sin que se diesen cuenta.
Esta ermita ya existía cuando se construyeron los jardines, de manera que quedó anexionada a ellos.