[7][8] El origen de este templo se basa en la devoción al Crist Vellet.
Los habitantes del pueblo, aterrorizados por la mortandad, bajaron la imagen a Potríes para pedirle que acabara con la epidemia.
[2] El templo lo constituye la parte central del cuadrángulo mientras que el resto, adosados longitudinalmente a los lados, constituyen edificios anexos a la ermita, tales como la vivienda del ermitaño y a otras dependencias, a las que se accede por el atrio previo, cubierto con bóveda de arista y con poyo corrido decorado con azulejos en recuerdo de diversas celebraciones; al que se accede por una escalinata de piedra.
Esta puerta es la que da acceso a todo el recinto, templo, vivienda del ermitaño y anexo.
[2] La fachada de todo el conjunto se divide en tres cuerpos y presenta pocos elementos decorativos.
En el dintel hay una cita en latín: Locus, in quo stas, terra sancta es.
Está cubierta con bóveda de cañón con arcos fajones que descansan en pilastras jónicas, y cúpula ciega con tambor octogonal con ventanas vidriadas sobre pechinas decoradas con pinturas de personajes bíblicos (Jeremías, David, Daniel e Isaías) realizadas por Luis Téllez-Girón Belloch.